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Boletín CCP
Nro 194
Continuación de lo que nadie se atreve a
decir en la Argentina, a pesar de que se cree vivir en "democracia"
Artículos
-
La "Red de la Intriga"
- Por Douglas Reed ( The Controversy of Zion
- Cap. 31)
-
Edward Mandell House
-
Por Douglas Reed ( The Controversy of Zion
- Pág. 231 a 233)
-
Louis Dembitz Brandeis -
Bibliografía de varias
fuentes
-
Otras Perspectivas y Antecedentes
-
La escena Árabe 100 años después del Informe
Campbell Bannerman -
Por Awni Farsakh
-
Israel: Una barrera contra el nacionalismo árabe
- Por Andrew Gavin
Marshall
-
Dos documentos reveladores: El artículo del
sionista Samuel Landman (The New Zionist Press-1936)
y el memorando de James A. Malcom
- Por Santiago Roque Alonso
-
Conclusiones - Por
Santiago Roque Alonso
Próxima
aparición:
Jueves 13 de marzo de 2014
Los 30 años de democracia
anglo-norteamericana
(Su relación con la larga
agonía y decadencia Argentina)
Por Santiago Roque Alonso
Publicado en Patria Argentina de diciembre de
2013; Nº 305
y actualizado
Testimonio de un «cipayo», Guido Di Tella:
“La derrota en Malvinas ocasionó la felicidad de la Democracia”
Testimonio
de David Steel (ex ministro del Foreign Office):
“La
democracia no habría llegado a la Argentina si no hubiera sido por el coraje
y el sacrificio de nuestros bravos muchachos”
El
Sistema o Régimen de dominación, los medios de comunicación
del “establishment”, los partidos políticos y el variopinto
conglomerado del derecho-humanismo y del izquierdismo
progre-anarco-nihilista, festejan el 30º aniversario de la
instauración de la “democracia”, ese culto laico divinizado por la
masonería y extendido a todo el mundo a fuerza de guerras y bombazos,
dictadura de las mayorías siempre caprichosas, transitorias y efímeras,
instrumento y sirviente incondicional del Poder del Dinero –
cualquiera sea el gobierno de turno - corroída por la corrupción y el sin
sentido, pretendida usurpadora del Poder de Dios y endiosada a
si misma sin límites de ningún tipo.
Los dos "pecados originales" de la Argentina moderna:
Caseros y Malvinas
Pero lo que agrava su
naturaleza, es que la “Democracia Argentina” nace con el “pecado
original” de ser una consecuencia directa de la derrota nacional en la
Guerra de Malvinas e impuesta por los triunfadores anglo-norteamericanos con
la complicidad de las clases dirigentes argentinas. Este un hecho
indiscutible de la realidad histórica-política que lamentablemente sólo es
reivindicada constante y públicamente por los Centros Cívicos
Patrióticos y Patria Argentina, a pesar de la amplia
constelación de grupos sedicentemente
“nacionales” y
"nacionalistas".
Es el mismo "pecado
original" con que 131 años antes se impuso la Constitución de
1853 y el Régimen liberal-masónico - imperante hasta
nuestros días - después de la derrota nacional en Caseros, de
la mano y gracias al triunfo del Ejército del Imperio de Brasil,
financiado por los agentes de la Casa Rothschild.
"Precisamente, el 20 de
Febrero de 1852, las tropas brasileñas desfilan por las calles de Buenos
Aires, hasta llegar al Fuerte (actual casa de gobierno) y a la Catedral.
Urquiza había querido suspender el desfile brasileño, pero el
Brigadier
Márquez de Souza se impuso, diciéndole: 'La victoria de esta campaña
es una victoria de Brasil, y la división imperial entrará en Buenos Aires
con todas las honras que le son debidas, hállelo V.E. conveniente o no.'
E ingresó nomás la División Brasileña y desfiló por la calle del Perú
y por la calle Corrientes (hoy, Florida), donde recibió ovaciones y lanzaron
flores a su paso" (Publicado en Patria Argentina de
Febrero de 2004, "Ante un nuevo
aniversario de la Batalla de Caseros";
por el
Prof. Carlos Antonio Casermeiro;
Pág. 4 y 5).
La
profesora brasileña
Therezinha de Castro,
una intelectual que fue muy
reconocida y escuchada en
los ámbitos educativos, culturales y
en particular
de la Defensa Nacional del Brasil, especializada en
Geopolítica y especialmente
en Geohistoria y
Relaciones Internacionales,
confirma en un fragmento de su libro
“HISTORIA DA CIVILIZAÇÂO BRASILEIRA
(Editorial
CAPEMI; Río de Janeiro; 1982; Pág. 144 a 146),
que Caseros
fue una derrota nacional de nuestro país frente al
Brasil
:
"Teniendo
garantizado el apoyo de Paraguay de un lado y de Uruguay por el otro,
la diplomacia brasilera, conducida por Paulino José Soares de Souza,
promovió las negociaciones para la firma de un Tratado de la Triple
Alianza (1851). Este acuerdo reunía al Brasil, a parte del Uruguay
y, además, a dos provincias argentinas: Entre Ríos, gobernada
por Justo José de Urquiza, y Corrientes, las
cuales se habían levantado contra Rosas (2).
"Rosas,
confiado en sus fuerzas y habiendo enfrentado a la intervención de dos
naciones –Francia e Inglaterra- no se preocupó con la alianza de sus
vecinos. Pero la alianza funcionaría, ya que poco tiempo después se iniciaba
la acción militar planeada por Luis Alves de
Lima (Duque de Caxias).
Primero fue vencido Oribe (11 de octubre de 1851), luego fue el turno de
Rosas que, viéndose perdido con la derrota de
Monte Caseros,
en las proximidades de Buenos Aires (3 de febrero de 1852), se refugió en la
Legación inglesa. De ahí partió para Inglaterra, donde fallecería.
"Estaba
garantizada la libre navegación en la Cuenca del Plata; una vez más el
Brasil impedía que se formase en el Sur, sobre sus fronteras, un país que
englobase los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata"
(Ver el texto
completo en Patria Argentina de febrero de 2003; Nº
183; "El sesquicentenario de la derrota de la Nación Argentina en
Caseros"; Pág. 5).
Lamentablemente, la
profesora de Castro no profundiza la influencia directa e
indirecta que el Imperio Británico
ejerció sobre esa realidad, ni tampoco define en
qué medida las políticas del Brasil fueron diseñadas para
satisfacer los intereses ingleses en esta parte del mundo, dando continuidad
a lo que fuera una permanente tradición portuguesa.
Es así como ambos acontecimientos
históricos se originan en el mismo
"pecado original": la intervención
y la fuerza de potencias extranjeras como determinantes del destino nacional
y ambos constituyen una
claudicación y una ofensa que hasta ahora no ha sido lavada, porque la
Argentina no es lo que "debe ser" sino que es lo que otras potencias más poderosas - con la complicidad de
importantes sectores nativos - quieren que sea. Por esa razón, a la
luz de la máxima del general San Martín: "Serás lo que
debas ser o nada serás", la Argentina no es nada y camina hacia su
extinción.
En el mismo artículo el
Prof. Carlos Antonio Casermeiro comenta
acertadamente "Procurando
entender el presente argentino, en perpetua decadencia, me viene a la
memoria la obra Edipo Rey, de Sófocles. En ella el poeta griego nos dice que
en Tebas, reinando Edipo, el pueblo que a él ha venido en procesión, se
queja: "... la ciudad... no puede levantar la cabeza; perecen los
gérmenes fecundos de la tierra, perecen los rebaños que pacen en los campos,
perece en los estériles abortos de las madres. Sobre la ciudad se ha lanzado
el dios que la abrasa..." Edipo contesta a su pueblo repitiendo el oráculo:
"El rey Febo nos manda claramente que libremos esta tierra de un "delito"
que alimenta en su seno... Desterrando al culpable o vengando con su muerte
el homicidio, porque es esta sangre la que ocasiona las desgracias de la
ciudad." Es decir, por voz de Sófocles, la sabiduría antigua nos
enseña que UN DELITO IMPUNE motivaba tantos pesares a un
pueblo... Y uno se pregunta hoy, qué consecuencias gravísimas no se seguirán
de la impunidad de ese delito perpetuándose en el tiempo: Los argentinos
continuamos estudiando, enseñando y repitiendo alabanzas a Urquiza y a él
hemos consagrado monumentos, calles, plazas, paseos, barrios... olvidando la
máxima del Gral. San Martín quién nos ha enseñado que
"una felonía tal, ni el sepulcro la puede hacer
desaparecer"".
La "diosa democracia"anglo-norteamericana, decadencia y
mediocridad
El dogma
que impuso e hizo creer al inmenso ejército de ingenuos esperanzados, el
primer gerente de la “Nueva Democracia” (1983), el charlatán
de Ricardo Alfonsín, fue que "Con la democracia se cura,
se come y se educa". A 30 años resulta – en medio de
rebeliones policiales generalizadas en 18 provincias, miles de saqueos y
entre 9 a 10 muertos (faltan agregar los de Tucumán) – más que una
burla, es una caricatura del ridículo de sus afirmaciones. Ya en el 2001,
la endiosada “democracia” tuvo el privilegio de conducir y
presidir el mayor colapso político-económico financiero de la historia
Argentina.
Incapaz de
resolver los problemas más elementales del pueblo, al gobierno que de turno
desde hace 10 años le toca presidir hoy los festejos centralizados en la
Plaza de Mayo, en el frío del mayor vacío de poder y de
impotencia política.
¿Qué
festejan hoy esa caterva de aventureros, improvisados, oportunistas y
logreros, muchos de ellos enriquecidos en el ejercicio de la función
pública? Seguramente lo que es su obra maestra: la gigantesca
“fragmentación, quiebra o rotura de la sociedad nacional”, que
excepto un milagro de Dios, corre presurosa y ciega – sin ninguna voz que le
advierta - hacia su propia destrucción y consecuente disolución como Nación.
Íntimamente prefieren que “¡Que muera la Nación,
pero que viva la Democracia inmaculada!”
Es que los
30 años de “Democracia” no han servido más que para
profundizar la crónica “decadencia” argentina, la que hemos
tratado de materializar físicamente y por analogía con la de un
“helicoide vertical cónico invertido”. Logro que ha sido alcanzado
por obra y gracia de la “mediocridad” de la clase dirigente y
de los “mediocres” que han ejercido el “poder
democrático”, habiéndose cumplido acabadamente las tres etapas que
al respecto describe el Padre Leonardo Castellani en
“Los Papeles de Benjamín Benavidez”:
·
La
Jauja de los mediocres
(Alfonsín)
·
La
consagración del mediocre astuto
(Menem)
·
La
tiranía del mediocre engreído
(Néstor y Cristina Kirchner)
Las ficción profética de Hugo Wast y las profecías de Don Orione
Ya en
1941, cuando Hugo Wast publicó “Juana Tabor” y
“666” entrevió en el desarrollo de sus novelas “casi
proféticas”, tomando como referencia el año 1995, se
imaginaba una situación muy similar a la que nos toca vivir hoy en la
realidad. Entre otras cosas, decía (en itálica y negrita el texto
original y en letra normal y entre paréntesis mi comentario):
-
En
1995, el país estaba gobernado por Hilda Lieberman, una rica
heredera de una familia de inmigrantes judíos
(Según algunas fuentes, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner
podría tener un origen de ese tipo)
-
Era
la “segunda mujer que había llegado a ser presidenta” que
gobernaba la argentina
(La primera fue Isabel Perón).
-
El
gobierno es “anarco-marxista” – “sindiosista”
(Utiliza indistintamente las dos denominaciones. Debe señalarse que no
pone el acento sobre el “comunismo”, como si el “anarco-marxismo” fuera
una forma diferenciada del mismo, correspondiéndose con el actual
“progresismo”).
-
Los hombres usan polleras y las mujeres pantalones
(Tal vez habría que interpretar estas formas del vestir figuradamente,
en el sentido de que la debilidad que se atribuye a las mujeres pasó a
ser un patrimonio de los hombres y viceversa).
-
Existían radioteléfonos de bolsillo
(Sería lo que hoy es la telefonía celular).
-
“La gente educada se ‘dopaba’ con alcaloides”;
se usan excitantes contenidos en “un papelito
con opio y arsénico”
(Hoy, la extensión de la drogadicción abarca a toda la
sociedad, no sólo a los sectores más pudientes y el “narcotráfico” es
una realidad operante que disputa el poder al Estado).
-
Para
el populacho “La urna electoral era su arca de alianza. Todos,
hombres, mujeres, niños, desde los siete años, criollos o extranjeros,
libres o encarcelados, gozaban del más sacrosanto de los derechos
humanos, el verdadero rasgo distintivo del hombre en la escala
zoológica: la facultad de votar, elegir y ser elegidos”
(Se trata de la religión democrática instalada en el país a
partir de 1983 y que domina en forma absoluta la mentalidad de los
argentinos como si se tratara de algo más sagrado que un dogma de fe).
-
“…la República Argentina, …se mantenía fiel a los principios del
liberalismo económico y donde reinaba lo que se llama la libertad de
comercio, que es el derecho de los más ricos para estrujar y sacar el
jugo a los más pobres”
(Ambos principios siguen vigentes, dominantes e imperturbables
cualquiera haya sido el signo político o legal de los gobiernos: civiles
o militares, democráticos o defectos, oligárquicos o nacionales y
populistas, de derecha o de izquierda - como sucede con el actual
régimen kirchnerista; basta con recordar los dichos y ahora los hechos
de Kicillof-. Es que ambos son la piedra angular del Régimen o Sistema
de dominación y expoliación de la riqueza del país, para beneficio del
Poder Mundial, instaurado por la derrota Argentina en Caseros a manos de
ejércitos extranjeros aliados a entregadores nativos).
-
“La extrema riqueza de los acaparadores se codeaba con la trágica
miseria de los explotados”
(No es otra cosa que la exasperante desigualdad social entre unos pocos
ricos y una inmensa cantidad de pobres a los que se pretende ignorar o
disimular su existencia con “subsidios” y alterando los índices
estadísticos. En esto coincide con una profecía atribuida en 1935 a
Don Orione por el P. E. Contardi: “Los ricos están de espaldas a
los pobres”).
-
“Hacía 30 años que no veía una bandera argentina. Un enorme crimen
cometimos los marxistas al proscribir sus sagrados colores”
(Es la actual quiebra de la identidad nacional y del sentido de
pertenencia a la Nación Argentina y la eliminación de toda referencia al
patriotismo, incluso en las fechas patrias, las que se han convertido en
una excusa para transformarlas en un acto político partidario o
gubernamental).
-
“La juventud abandonó alegremente los cuarteles y volvió a los cabaret,
y de nuevo las preocupaciones de comité y de clubes llenaron los
corazones de los patriotas de 1995. ¿Quién sería presidente? ¿Quiénes
serían senadores? ¿Diputados, concejales?”
(Es la imagen que ofrece actualmente la juventud
argentina, cuyas preocupaciones no va más allá de la cumbia villera o
del rock, el futbol, la droga y el sexo).
-
Las
Fuerzas Armadas habían sido disueltas en 1985
(De hecho se encuentran en esa situación debido a su incapacidad
operacional por la falta de medios y equipamiento).
-
El
ejército (FF.AA.) era “objeto de antipatía y
repugnancia para el pueblo”; “gracias a la diabólica conjuración de la
prensa, el cinematógrafo y la radio”
(Basta recordar que en la actualidad hay más de 1300 detenidos
pertenecientes a las Fuerzas Armadas por la supuesta comisión del delito
de “lesa humanidad” y “violación de los derechos humanos”, por lo
actuado en la Guerra Antisubversiva en los años 70).
-
Es
ridículo hablar de guerras en Sudamérica, considerado un continente de
la eterna paz. “La república Argentina no tiene cuestiones
internacionales, pues sus fronteras están bien demarcadas. Siendo así,
no necesitaba gastar cientos de millones para mantener 500.000
parásitos. Es preferible que costee 500.000 maestros”. “Vale más un
maestro que 100 soldados” (Es la creencia dominante de la
sociedad argentina desde la derrota nacional en Malvinas).
-
Los
cuarteles y buques de guerra
(“que se oxidaban en los inútiles diques”)” se transformaron en museos,
en hospitales y en escuelas”
(La Escuela de Mecánica de la Armada es uno de esos museos, entre otras
varias instalaciones de uso militar).
Para
completar el cuadro de situación, desde una visión de más de 80 años, el
P. E. Cotardi, atribuye a San Luis Orione (Don Orione)
haber profetizado en 1934 dos calamidades más a las que anteriormente fueran
señaladas en la ficción por Hugo Wast:
Conclusiones
Durante el transcurso del 2013 hemos advertido reiteradamente
de que el país marchaba hacia una gran tragedia. Al iniciar el
nuevo año, es preciso reconocer que “ya la tragedia está
en desarrollo”, está entre nosotros y somos protagonistas
inadvertidos de la misma. Sin embargo, la simple observación de la realidad
diaria parece indicar lo contrario, ya que la casi totalidad de la población
- gran parte de vacaciones - aparenta vivir feliz, relajada e indiferente
por el destino colectivo, salvo algunas señales aisladas de la que toman
nota sólo aquellos que individualmente o en pequeños sectores se vean
perjudicados personal o familiarmente, pero que la masiva “anomia e
insolaridad” del resto de la sociedad, combinado con un proverbial
sentido de la “resignación”, impiden que sean apreciados como
una amenaza generalizada.
No hay
dudas que el destino nacional no puede ser más sombrío.
El gobierno Kirchner-progre-peronista,
conjuntamente con la complicidad y/u omisión de las supuestas
oposiciones, han llevado al país a una “encrucijada” -
una vez más debemos reiterarlo hasta el cansancio - que hasta el momento
nos tiene “atrapados y sin salida”.
Es posible
que muchos lectores consideren que mi visión del país es
extremadamente pesimista y sin esperanza. En cuanto al
“pesimismo” invito a quien desee hacerlo, a que me proporcione
fundamentos racionales sobre los que basa su optimismo. De lo
contrario, el "optimismo" que se exalta como virtud no es nada
más que un "voluntarismo optimista sin fundamentos", un mero
desear, un querer sin saber cómo. En cuanto
a la “esperanza”, al contrario, tengo mucha, pero
ninguna en los hombres sino
exclusivamente en Dios, dada la degradación, corrupción y pérdida de
valores morales de la sociedad nacional y la inexistencia de una dirigencia
consubstanciada y comprometida con el destino de la Patria, y tampoco veo
señales favorables en tal sentido.
En tal
sentido, considero que después de la tragedia o tribulación
que tal vez tengamos que sufrir y que inclusive “la masa sufra en su
propia carne las consecuencias de su desviación moral”, habrá que
rogar a Dios - los que en esa época sobrevivan – para que nos otorgue la
tremenda Gracia de la sensatez y del sentido común,
como lo señala Ortega y Gasset en su obra “España
Invertebrada”. Considero que ése será el verdadero milagro con que
Dios puede favorecer la Argentina, una vez más, para que supere su actual e
inexorable destino de postración y agónica decadencia.
Recién a
partir de la vuelta a la sensatez y de recuperar el
sentido común, es posible que el pueblo argentino pueda
recapacitar sobre los graves errores cometidos, abandonar las locas teorías
e ideologías que lo inspiran…. y ése pueda ser el gran milagro que Dios
obre. Aprecio que en el actual estado de cosas que vive el país y
que nada indica que pueda mejorar en lo inmediato, es poco y nada lo que se
pueda hacer para rescatarlo de esta situación de postración. Es preciso
recuperar primero la “sensatez” y el “sentido común”,
que son los únicos condicionantes previos y necesarios para que la gente
pueda “comprender” con humildad y sin soberbia y de esa forma
restaurar una verdadera clase dirigente nacional. A partir
de ahí, recién se puede encarar la empresa de Reconquistar la Patria que
graciosamente hemos perdido por el extravío espiritual, moral e intelectual
de los propios argentinos.
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