Editorial publicado en O JORNAL DE ALAGOAS, 19 de Abril de 2002, Pág . A/2

Un lenguaje que en la Argentina no se escucha
 

BUSH Y EL GOLPE (1)

El Gobierno de los Estados Unidos reconoce que miembros de sus altos escalones mantuvieron conversaciones con empresarios y militares venezolanos en las vísperas del golpe que derrocó al Presidente Chávez. Sin embargo, niega que haya apoyado al golpe.

 
En consecuencia, las cosas quedan de esta forma: funcionarios norteamericanos conversaron con los golpistas, pero no era sobre nada serio. Conversaron sobre béisbol. El gobierno de Bush no tuvo nada que ver con el golpe. Las conversaciones mencionadas fueron meras coincidencias. Créalo quien quiera creer.

 
De la misma manera, cualquiera es libre para creer – o nó – que el gobierno de Bush está sinceramente empeñado en hacer que Israel acabe con la invasión y la matanza en territorio palestino.

 
Es así como el gobierno de Bush va entrando en la historia. Invade Afganistán, mata civiles a voluntad, acaba de destruir lo que ya estaba destruido, y aun así no captura ni llega cerca del blanco: Osama bin Laden.

 
Por otro lado, origina una crisis comercial en el resto del mundo al anunciar una política de protección del acero norteamericano y de liquidación del acero ajeno. El Brasil se perjudica dos veces: vende menos al exterior y queda expuesto a los excedentes que otros no consiguen vender.

 
Bush se niega a firmar el Protocolo de Kioto, una necesidad mundial para reducir las emisiones de gases contaminantes de la atmósfera. Los Estados Unidos son los mayores contaminantes del mundo, pero a Bush poco le importa eso.

 
Y ahora, hace ese papel ridículo y peligroso de estimular explícitamente, a las claras, un golpe de estado rastrero, sin vergüenza, en Venezuela, país independiente y soberano. La comunidad internacional reaccionó y el pueblo venezolano salió a las calles. El golpe no prosperó.

 
Sin embargo, por lo menos en el caso del golpe hay una explicación. Consiste en el hecho simple de que el gobierno de George Walter Bush exhibe un vicio de origen: es producto de un fraude comprobado en la elección de noviembre de 2000. Bush tomó posesión de su cargo sin haber sido electo. Quien no evidencia respeto a la democracia del voto en su propio país ¿ lo hará en un país ajeno?

Los Estados Unidos no tienen respaldo moral para proclamarse defensores de la democracia. Se sacaron la máscara en episodio de Venezuela
 
(1) En Venezuela.