Memoria y agradecimiento
Operación Dignidad
A 30 años de Semana Santa de
abril de 1987 - 2017
“En mi condición de ex Jefe del RIMEC 35 (Rospentek) y de ser el
Jefe más antiguo de la citada Operación - en situación de retiro-
saludo y recuerdo muy afectuosamente al puñado de argentinos -
Jefes, Oficiales, Suboficiales y Soldados- que, desde distintos y
alejados lugares de la Patria, sin atarse a su seguridad profesional
ni personal tuvieron la claridad, la firme intención, voluntad y
ejercieron la obediencia confiada en sus superiores, para impedir
en ese momento la interrupción de la continuidad histórica de la
Nación y la destrucción del Ejército Argentino.
“Fuimos derrotados, pero las consecuencias de nuestra derrota están
a la vista y hoy la sufren todos, inclusive muchos de los que se
jactaban de vencernos y de ser nuestros perseguidores.
“En su momento hicimos lo que debíamos hacer, gratuitamente, por
solidaridad y amistad por nuestros camaradas, sin especulaciones
bastardas. Tuvimos la visión de lo que ocurriría, la historia nos ha
otorgado plenamente la razón y Dios nos ha regalado los años de vida
necesarios para comprobarlo con nuestra propia vivencia, aunque muy
dolorosamente por ser testigos impotentes del sufrimiento injusto de
nuestros camaradas prisioneros de guerra; precisamente la situación
que nos propusimos evitar con nuestra actitud.
“La Operación Dignidad no ha muerto, sigue siendo un acto de amor
a la Patria, hacia nuestros camaradas y amigos”.
“Debe seguir viviendo en el alma del Ejército Argentino, con la
misma fuerza que expresé en las palabras que pronunciara en mi
última formación del Regimiento de Infantería Mecanizada 35 (Rospentek),
en ese frío crepúsculo del 19 de abril de 1987 a las 19.15 Hs,
cuando al entregar el mando de la Unidad y dejar mi último mensaje a
mis subordinados expresé:
“Hemos pretendido
recuperar para el Ejército la conducta ejemplar, conducta ejemplar
que los superiores debemos tener respecto a nuestros subordinados,
que ustedes, mis subordinados, como muchos en el Ejército están
ansiosos de ver en sus superiores.
“Esta ha sido quizás, la principal fuerza moral que nos ha sostenido
en esta actitud, pese a las presiones, a la incertidumbre y a las
graves responsabilidades que implicaba por sus consecuencias.
“Este hecho, que tal vez ha sido lamentable por el procedimiento
utilizado, pero cuyos fines son tremendamente superiores a ese error
de procedimiento, no va a quedar borrado o desapercibido en la
historia del Ejército.
“Porque quienes pretendieron someternos a la ignominia, al oprobio,
al escarnio público, los hemos obligado a tener que ir a
parlamentar…. (Inaudible por ruido del viento) a un regimiento.
Ahora si sabrán que en el Ejército todavía hay un puñado que tiene
espíritu militar y que sabe cuál es su obligación con el honor”.
Reafirmamos nuestro recuerdo elevando nuestra oración a Dios Nuestro
Señor y a María Santísima, por el eterno descanso de los camaradas
que formaron parte de la Operación y que nos han precedido en el
camino a la casa del Señor.
“De nada tenemos que avergonzarnos, tenemos la conciencia limpia. No
debemos guardar rencor hacia nada ni hacia nadie. Y como hace 30
años, a pesar de que muchos ya somos viejos, debemos mantener vivo
el mismo espíritu que nos inspiró la gesta de Semana Santa, deseando
morir como un buen soldado, dando el “buen
combate” por Cristo y por la Patria, para que Cristo Reine y la
Patria no muera.
Firmado
Santiago Roque Alonso
Tcnl (R ) (Ex J RIMEC 35)
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